Los españoles escuchan 20 horas de música a la semana, dos más que la media mundial
Posted in Actualidad, doscondos, Home, SectorLa mitad de la población española se declara “fan” de la música y mayoritariamente la escucha en plataformas de ‘streaming’
Los españoles de entre 16 y 64 años dedicaron durante 2019 una media de 19,8 horas semanales a escuchar música, a razón de 2,8 horas al día. Si aceptamos que la duración media de cada una de ellas ronda los tres minutos, esto quiere decir que escuchamos una media de 56 canciones al día. Así se desprende de una macroencuesta sobre hábitos de consumo musical realizada entre abril y mayo por la firma AudienceNet para la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, por sus siglas inglesas) en 21 de los principales países del mundo y presentada este mediodía en Londres. A tenor de los resultados que recoge el Music Listening Report, España es un lugar particularmente propicio para la música: El consumo semanal se sitúa por encima de la media del resto del mundo, siendo esta de 18 horas, casi dos horas menos que en el caso español.
La música como elemento clave y cotidiano de disfrute se consolidó durante 2019 en los mercados más significativos del planeta. En el caso español, esas 56 canciones diarias que escuchamos cada día nos colocan sensiblemente por delante de la media mundial, que se cifra en 52 canciones al día. En realidad, solo algunos países de extraordinaria tradición musical superan a España a la hora de ponerle banda sonora a su día a día. Los más melómanos del mundo son los mexicanos, que invierten 25,6 horas semanales en escuchar música; y les pisan los talones los sudafricanos, con 25,4 horas. También es extraordinario el registro de Argentina, con 22,9 horas a la semana para esta actividad; Polonia, con 21,8 horas, y Brasil, con 20,9. Todos los demás países analizados obtienen datos inferiores a los de España, incluidos Estados Unidos (16,3 horas a la semana), Italia (16,3), Reino Unido (17) o Alemania (19,1).
Curiosamente, España no es, en cambio, de los países más entusiastas a la hora de calibrar la importancia de la música en sus vidas. El 54 por ciento de los encuestados por la IFPI se consideran “amantes” o “fanáticos” de la música, pero este índice se reduce un poco en el caso español, hasta el 49 por ciento. Es decir, consumimos más música que la media mundial, pero no somos tan militantes en el ejercicio de esta afición.
‘streaming’ de audio y vídeo
El otro gran grueso de preguntas en el cuestionario de la IFPI versaba sobre el streaming, la escucha en línea de música sin necesidad de descarga. Y los datos confirman, en España y en todos los mercados sin excepción, que esta modalidad de consumo supera a cualquier otra y no para de crecer. En concreto, el 89 por ciento de los encuestados, tanto en España como en la media mundial, hacen uso de cualquier servicio de streaming (audio o vídeo) en algún momento. Pero el español es uno de los territorios más afines a esta opción: cinco horas de consumo semanal de streaming audio, frente a las 4 horas de media en el total de la encuesta.
Un dato llamativo del informe es la fuerte alza global del streaming de audio en todos los tramos de edad consultados. De hecho, las cifras sobre uso de streaming de audioson casi idénticas en España (un 64% de media global frente al 63% en España, que sube cinco puntos respecto a 2018). En nuestro país destaca especialmente la importante subida en la franja de 55 a 64 años, que con un incremento de nueve puntos más pasa del 38% al 46% en 2019, lo que demuestra que los servicios de streaming de audio van llegando a nuevos públicos, inicialmente más alejados de este tipo de hábitos de escucha, a lo cual está ayudando la diversificación de la oferta como, por ejemplo, los altavoces inteligentes y un pujante sentimiento generalizado de que es la forma más conveniente de escuchar música.
En realidad, la única diferencia significativa se percibe en la implantación de las modalidades de pago, que, aun habiéndose asentado de manera significativa, todavía van un poco por detrás frente a otros mercados. Y ello se refleja de manera nítida entre los más jóvenes. El 52% de los chicos y chicas de 16 a 24 años disponen de un perfil Premium en las plataformas de audio en el conjunto de la encuesta, pero los usuarios jóvenes que disponen de una suscripción de pago descienden en el caso de España al 35%.
El informe también pone de relieve la llamada brecha de valor o “Value gap”, y justifica una reclamación de la industria que en la actualidad exige una remuneración adecuada, acorde al consumo de música que se hace en las plataformas de videostreaming. El enorme volumen de streaming que suponen las visualizaciones de vídeos musicales (un 40% del tiempo destinado a escuchar música es en esa modalidad) solo reportaron un 13,9% de los ingresos para la industria española en el primer semestre de 2019. En este sentido, una circunstancia muy significativa es que el 78% de los encuestados declararon haber usado YouTube para escuchar música en el último mes.
La piratería sigue presente en España
Frente a todos estos datos de auge para la música grabada, otra de las sombras que surgen, según el estudio de la IFPI, es la pervivencia de la piratería en algunas franjas de usuarios. En concreto, el 27% de los encuestados a nivel mundial admiten que durante el último mes usaron alguna plataforma ilegal para escuchar o descargarse música, un porcentaje que aumenta hasta el 38% en el caso de los más jóvenes, la horquilla que va de 16 a 24 años. La cifra de infractores es algo mayor en el caso español: un 29% en términos globales (dos puntos más), un 48% (diez puntos más) entre la juventud. Un 23% de los encuestados admitieron que recurrían al stream ripping para acceder a contenidos ilegales, una actividad habitual para el 43% de los más jóvenes en España (muy por encima de la media mundial, un 34%). A pesar de que el panorama es algo distinto a otros tiempos no tan lejanos, en los que prácticamente duplicábamos las tasas de piratería de los principales mercados europeos y norteamericanos, los datos siguen demostrando que este sigue siendo un problema prioritario por resolver y es uno de los retos más importantes para los productores de música españoles.
Fuente:Promusicae.